Por su importancia y potencial, el ramo de las obras y construcciones civiles figura como uno de los más atractivos para la iniciativa privada. Sin embargo, las dimensiones del sector lo vuelven también extremadamente vulnerable. Un imprevisto o una mala decisión pueden provocar desde retrasos y gastos imprevistos, hasta condiciones que imposibilitan la rentabilidad del proyecto a futuro. Por ello, hoy te compartimos los principales retos que plantea la ejecución de una obra civil, así como las estrategias más efectivas para contrarrestarlos y construir con solvencia, solidez y eficiencia. ¡Toma nota!
Retos de las obras y construcciones civiles
Gracias a su complejidad técnica, legal y administrativa, las obras y construcciones civiles enfrentan diversos desafíos durante su realización. No obstante, si bien cada reto es distinto y requiere de una estrategia de mitigación particular, podemos atribuir su origen a una sola causa: la falta de una planificación para construir con eficiencia.
Una planificación adecuada se estructura a partir de estudios preliminares, partidas presupuestarias minuciosas, trámite de permisos y, sobre todo, de experiencia. Si los encargados de gestionar la ruta crítica carecen del know how, fácilmente incurren en errores ocasionados por la omisión, la urgencia o el descuido. Y de ello pueden generarse inconvenientes relativos a:
1. Personal incompetente. Contratar trabajadores sin el conocimiento, las aptitudes y el grado de habilidad necesarios puede acarrear accidentes, rezagos, faltas a la normativa y baja calidad en el trabajo. Por eso, es fundamental saber identificar cuando el personal está verdaderamente cualificado para trabajar en obras y construcciones civiles.
2. Problemas geotécnicos. Si se ignoran las propiedades y el comportamiento del suelo donde se va a construir, es probable que la estabilidad y seguridad de la obra (y del edificio, una vez terminado) se vean afectadas por adversidades geotécnicas. Entre las más comunes, figuran las inundaciones, deslizamientos de la tierra, hundimientos, asentamientos, socavaciones y licuefacciones.
3. Mal clima. Desatender la condiciones meteorológicas de la época y región donde tendrá lugar la obra siempre provoca retrasos. Sin embargo, en los casos más extremos puede amenazar la seguridad de los trabajadores, dañar los cimientos o la parcialidad de la estructura y afectar la calidad de los acabados.
4. Desapego a la normativa. Desconocer los marcos legales que regulan el ramo de las obras y construcciones civiles atrae sanciones, multas y costos adicionales. Igualmente, trabajar sin respetar la norma genera problemas de seguridad, dificultad para vender o alquilar el inmueble, e incluso una orden de demolición por parte de las autoridades.
5. Insostenibilidad. Construir mediante prácticas y métodos contaminantes produce graves daños sociales, económicos y medioambientales. Una estructura levantada sin criterios de sostenibilidad reporta mayores residuos y gastos de mantenimiento a futuro, así como una menor eficiencia energética.
6. Descuidar los tiempos. Incumplir con los plazos puede acarrear penalizaciones contractuales que afectan la reputación de cualquier constructora. Los retrasos pueden causar desde impactos en la calidad y sobrecostos, hasta litigios que resulten en pérdidas económicas y de futuros contratos.
7. Descubrir los presupuestos. La mala gestión de las partidas presupuestarias se asocia a gastos imprevistos posteriores, generando problemas de liquidez y conflicto con proveedores y trabajadores. Esto, finalmente, se traduce en sanciones legales y reducción en la calidad, durabilidad y seguridad de la construcción.
Obras y construcciones civiles: estrategias para el éxito
Ahora que conoces los riesgos que enfrentan todos los tipos de obras y construcciones civiles en México, seguro quieres saber qué hacer para mitigarlos. Sin más preámbulo, te presentamos las cinco estrategias definitivas que los profesionales usan para garantizar la seguridad y eficiencia en una construcción:
1. Orden y legalidad. Es decir, diseñar una ruta crítica bien documentada, calculada y flexible ante imprevistos. El plan de trabajo debe darle a cada proceso el tiempo que requiere, así como asegurar que se ejecuten en apego a la normativa laboral, medioambiental y de construcción. Recuerda también que cada procedimiento es importante, por lo que no pueden omitirse ni apresurarse. Asegúrate de contar con una organización presupuestal adecuada para cubrir su realización, así como para asegurar que en ella participe personal certificado y altamente calificado.
2. Enfoque ecológico. Las obras y construcciones civiles verdes utilizan materiales como la madera y el acero reciclados. Asimismo, emplean agua captada o tratada para curar y preparar el concreto y mortero, así como para la limpieza y el control del polvo en obra. Este enfoque también promueve el reciclaje, la reutilización de materiales y la correcta gestión de desechos como escombro, vidrio y plásticos.
3. Materiales prefabricados. Los materiales prefabricados, como el hormigón, el acero, la madera, el aluminio y el vidrio, disminuyen los tiempos de construcción gracias a que llegan a obra listos para colocarse o ensamblarse. Su bajo costo y su versatilidad los han vuelto los favoritos de los diseñadores y constructores, sobre todo en diseños modulares.
4. Ahorro inteligente. Reduce los costos mediante alianzas con proveedores y acuerdos para obtener suministros a precios especiales. También es importante buscar proveedores cercanos al sitio para ahorrar gastos en transporte y garantizar que los materiales lleguen en las mejores condiciones. Recuerda priorizar la renta antes que la compra de maquinaria y herramientas, así como comprar los materiales en periodos de baja demanda para conseguir descuentos.
5. Metodología BIM (Building Information Modeling). Permite gestionar obras y construcciones civiles de forma cooperativa, organizada y eficiente. En una base de datos BIM, se concentra toda la información del proyecto en un modelo digital desarrollado por los colaboradores y accesible para todos ellos. Esta metodología favorece planificaciones más detalladas, permitiendo un control más preciso de las partidas presupuestales y las fases del proyecto desde su concepción hasta su finalización. El enfoque BIM se implementa a través de softwares especializados, como Autodesk Revit o ArchiCAD, con los cuales también se puede calcular las repercusiones financieras de cualquier modificación o establecer los programas de mantenimiento adecuados para el edificio.
Cabe mencionar que los riesgos de las construcciones son inevitables, incluso cuando se implementan estrategias para combatirlos. Sin embargo, entre mejor planificado esté el proyecto, más fácil será evitarlos o reducir su impacto, favoreciendo que el trabajo llegué al término óptimo.
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